El Bosque Eterno de los Niños es la reserva privada más grande de Costa Rica y pertenece a la "Asociación Conservacionista de Monteverde" cuya finalidad es la protección de estas tierras y del agua, la sostenibilidad económica, el fortalecimiento de los programas de educación ambiental y la investigación. Se localiza en la Cordillera de Tilarán, en la zona de Monteverde, Arenal y La Fortuna, a 36 kilómetros de Ciudad Quesada. Bordea el Parque Nacional Volcán Arenal, la parte alta de Monteverde y Miramar, alcanzando la Reserva Alberto Manuel Brenes en San Ramón. Continua por la zona de San Carlos cerca de los poblados de San Jorge, La Tigra, San Isidro de Peñas Blancas, Chachagua y El Castillo.
Esta reserva fue comprada y protegida gracias a los esfuerzos de recaudación de fondos de niños a lo largo de mundo. La campaña comenzó gracias a un grupo de estudiantes suecos de una escuela rural en 1987, que contagió a otras escuelas, individuos y organizaciones de 44 países. Recaudando moneda por moneda se ha podido llegar a proteger 23.000 hectáreas de ecosistemas costarricenses en siete zonas de vida, además de poder ser declarada Reserva de la Biosfera de Agua y Paz por la UNESCO en 2007. Los tres tipos de bosque más abundantes son el bosque lluvioso tropical, el bosque siempreverde estacional y el bosque nuboso. El dosel de estos bosques puede llegar a los 40 metros y el sotobosque permanece muy denso.
Su altitud oscila entre los 450 a los 1.800 metros y se caracteriza por presentar una topografía abrupta con cerros, valles, montes y cañones. Los ríos de la zona son abundantes y rápidos, que drenan a ambas vertientes, el Atlántico y el Pacífico. Destacan los ríos Peñas Blancas, La Esperanza, Aranjuez, Guacimal y San Lorenzo. El Bosque de los niños tiene gran importancia como cuenca porque suministra agua a cientos de comunidades y proyectos hidroeléctricos. Como la reserva es muy grande la temperatura media varía según la zona. Oscila entre los 16º C a los 24º C. La precipitación ronda los 4.000 mm anuales.
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HALCÓN TIJERETA (Elanoides forficatus)
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Es una inmensa reserva reconocida a nivel mundial por la gran biodiversidad que posee, destacando el 5% de las especies de aves del mundo, el 2% de las orquídeas y el 3% de las mariposas. En estos bosques existe gran cantidad de endemismos y se han registrado 60 especies de anfibios, 425 de aves, 101 de reptiles y 121 de mamíferos. Entre las aves podemos nombrar algunas como el pájaro campana (Procnias tricarunculata), la tangara veranera (Piranga rubra), el tucancillo verde (Aulacorhynchus prasinus) o el halcón tijereta (Elanoides forficatus). Los mamíferos están representados por el mono congo (Alouatta palliata), el cariblanco (Cebus capucinus), el pizote (Nasua narica), el puercoespín (Sphiggurus mexicanus), el jaguar (Panthera onca) o la danta (Tapirus terrestris).
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COLORADO (Mosquitoxylum jamaicense)
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En cuanto a la flora existe también multitud de endemismos de la Cordillera de Tilarán. Hay 3.021 especies de plantas vasculares, un tercio del total del país, como por ejemplo el cedrillo (Brunellia costaricensis), el colorado (Mosquitoxylum jamaicense), el guayabón (Terminalia oblonga) o el laurel (Cordia alliodora). Las bromelias, enredaderas, musgos, palmeras o helechos se encuentran por doquier formando una espesa y extraordinaria selva.
La reserva cuenta con dos estaciones biológicas en donde poder hospedarse, la Estación Pocosol y la de San Gerardo. Están proyectadas para pasar unas vacaciones o realizar talleres e investigaciones, siendo ideales para viajar en grupo. Además ofrecen aulas de estudios y caminatas guiadas por los senderos del bosque tropical. La Estación de San Gerardo está ubicada en la vertiente atlántica de la Cordillera, a 1.200 metros de altitud. Está rodeada de bosques primarios, secundarios y áreas en regeneración. La Estación de Pocosol también se encuentra en la vertiente atlántica, a 720 metros de altitud. Está rodeada de bosques primarios, secundarios, áreas en regeneración, una laguna de 3,8 hectáreas, manantiales y una catarata.
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CATARATA POCOSOL |
Además de las dos estaciones biológicas, el Bosque Eterno de los Niños cuenta con un centro educativo llamado Finca Steller, situado en Tigra de San Carlos. En 1993 se adquirió una finca adyacente para construir un Centro de Educación Ambiental que acabó edificándose. Existen senderos para realizar caminatas por el bosque primario y secundario, aulas de educación, viveros y jardines de plantas medicinales.
El lugar es foco de estudios tropicales por muchos naturalistas y biólogos a nivel mundial además de ser un referente de ecoturismo ya que atrae a cientos de miles de visitantes que actúan como base en la economía local.
Que lindo 🤩💘😊
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