Costa Rica tiene gran cantidad de playas de tipo arenoso y fangoso distribuidas a lo largo de sus más de 1.200 km de costa . En general, una playa puede ser dividida en las zonas submareal (que se extiende hacia el mar desde la línea de marea baja), intermareal (desde la línea de marea baja hasta la línea de marea alta) y supramareal (playa arriba desde la línea de marea alta). Las playas arenosas y fangosas son, básicamente, depósitos costeros de sedimento y son áreas altamente dinámicas. Las playas se componen de los materiales que estén disponibles y son erosionados en el ámbito local. Así, por ejemplo, si la fuente primaria de sedimentos es un río, estos serán de carácter fino y generará una playa fangosa, como las observadas en algunas partes del Golfo de Nicoya. En otros casos, las playas están formadas en su mayor parte por los restos de organismos que habitan las zonas costeras, como moluscos y corales, por ejemplo. Sea cual sea el material que compone una playa, es importante tener en cuenta que estos no se mantienen estáticos en la playa sino que se mueven constantemente por la acción de las olas.
Las playas cubiertas por sedimento varían desde aquellas compuestas por piedras y cántaros (e.g., Isla del Coco), donde la energía de las olas es usualmente alta, a aquellas playas fangosas ubicadas por lo general en bahías protegidas (e.g., Cocorocas, Golfo de Nicoya). Sin embargo, las playas cubiertas por sedimentos con las que las personas están más familiarizadas son las playas arenosas (e.g., mayoría de playas de Guanacaste y Caribe sur), donde la energía de las olas es usualmente moderada. En general, a medida que la energía de la playa disminuye, también lo hace el tamaño de las partículas de sedimento que allí se encuentran lo que, a su vez, aumenta la estabilidad de los sedimentos. Las playas de sedimentos suaves son en realidad una mezcla de partículas orgánicas e inorgánicas y agua que se acumula en los poros entre las partículas. Los organismos que habitan estos sedimentos son afectados por las variaciones que se observan en estos factores.
En general, los organismos que habitan playas cubiertas por sedimento se distinguen por la habilidad de enterrarse en la playa (infauna). La mayoría de las playas cubiertas por sedimentos tienen una zonación similar a la discutida anteriormente para el caso de las playas rocosas. En general y al igual que en playas rocosas, la mayor biomasa y número de organismos se observa cerca de la línea de marea baja y ambas disminuyen hacia la línea de marea alta. Esta zonación es más desarrollada en playas de pendiente pronunciada y sedimentos gruesos que en playas de poca pendiente y sedimentos finos.
La vida en playas cubiertas por sedimentos requiere de adaptaciones muy distintas de lo que se puede observar en playas rocosas. Las playas arenosas tienen por lo general una menor diversidad de organismos que una playa rocosa, aunque el número de individuos encontrados puede ser igual de alta. Debido a que el enterrarse parece ser la mejor y más común adaptación en playas de sedimento, la vida está en su mayor parte oculta debajo de la arena o el fango y es mucho menos obvia que en otros ambientes. Al estar enterrados, estos organismos encuentran ambientes relativamente más estables que en la superficie, donde los cambios en la humedad y temperatura a lo largo del día pueden ser fuertes.
Entre estos organismos, los métodos más comunes de alimentación son la alimentación de materia en suspensión (filtradores, como almejas, algunos poliquetos) y la alimentación de materia depositada (e.g., detritívoros como pepinos de mar, algunos poliquetos y cangrejos). Además, están los organismos carnívoros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario