El Refugio de Golfito se haya en el norte de Golfo Dulce, en el puerto de Golfito, provincia de Puntarenas. Fue creado por Decreto Ejecutivo Nº. 16873, el 18 de julio de 1985 y ampliado mediante Decreto 16119-G, el 13 de marzo de 1986.. Se formó con el objetivo de conservar el bosque y la fauna nativa, proteger los suelos erosionables y las pendientes altas, asegurar la perpetuación de especies, poblaciones o hábitat de vida silvestre y servir para usos científicos o recreativos cuando ello no fuera contra el objetivo principal.
Su extensión es de 2.810 hectáreas de la cuales 869 hectáreas están inscritas a nombre del Estado. El resto de las propiedades está en manos privadas con fincas que varían desde 2.000 m2 a 244 hectáreas. Está dentro de la zona de vida tropical muy húmeda. Limita al oeste con el Parque Nacional Piedras Blancas, al norte y al este con un bosque de aproximadamente 7.000 has que incluye las reservas privadas Donald Peter Hayes (colindante también con la reserva privada Forestal Golfito). Comprende un relieve de serranías y mesetas que se alzan hasta los 500 metros y descienden abruptamente al mar, formando una costa muy recortada con acantilados de 200 metros.
Uno de los mayores recursos del refugio es su lluvia, abundante a lo largo de todo el año. En los meses de enero a marzo y algunos días de abril, las precipitaciones declinan en cantidad y frecuencia, presentándose esporádicamente algunos días.
Su ubicación es única pues no conoce la estación seca. Se trata de una isla climática que registra condiciones similares a las imperantes en las llanuras calientes y húmedas del Caribe, pero al otro lado del eje montañoso central.
Las copiosas, fortísimas y casi constantes lluvias, permiten el desarrollo de bosques muy altos y densos, cargados de epífitas conteniendo 200 o más especies de árboles y arbustos, incluyendo el apreciado palmito y la guava. Algunas especies como el ajo, el nazareno y el plomo, comunes aquí, se encuentran en peligro de extinción en otras partes del país. Otras especies como la ceiba, el manú (de madera muy dura y resistente a la humedad) y el pilón, son propias de las llanuras de Los Guatusos, al norte de Costa Rica, donde imperan condiciones climáticas similares. Como hemos dicho, el bosque es este refugio es muy espeso, una planta que crece comúnmente en estas tierras es la Palma Negra.
La Zamia se reconoce por sus hojas y flores de forma conica, las cuales crecen del centro de la planta y da la imagen de una palma enana.
Entre otras especies se encuentran numerosas Heliconias, Orquideas, helechos y arboles tropicales entre ellos el Kapok o Ceiba y el árbol de vaca, su nombre de debe a que se puede extraer leche de arbol en grandes cantidades.
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