TERRITORIO
Los territorios Bribri costarricenses comprenden las reservas indígenas de Salitre y Cabagra, en el Cantón de Buenos Aires, provincia de Puntarenas y en reserva de Talamanca, en el cantón de mismo nombre. A lo largo del cauce del río Sixaola y del río Yorkín, limítrofes con Panamá, donde también viven Bribris. Ocupan una extensión total de 86.788 hectáreas.
RELIGIÓN
El gran espíritu, o principal ser sobrehumano se llama Sibú. Éste es un espíritu bueno, de quien no hay que temer nada y se le rinde una especie de respeto pasivo, pero no adoración ni culto. Se le considera más bien como el jefe el país feliz, del estado futuro; pero que no se molesta por las cosas mundanas.
En cuanto a las tradiciones religiosas están guiadas por los Awá, personas que estudian durante 10 años los conocimientos de la medicina natural y los diferentes rituales, sin embargo las nuevas generaciones no han aprendido de los adultos por lo que el aprendizaje se ha ido perdiendo, de la misma forma ha afectado la gran cantidad de grupos religiosos y misioneros que han dado una visión asistencialista, además de introducir filosofías religiosas occidentales, por lo que la tradición religiosa Bribri ha caído en desuso.
MODOS DE VIDA
Aunque sí tienen conciencia como pueblo, la manera de vida tradicional Bribri no les lleva a vivir en comunidades agrupadas o en poblados numerosos. Cada familia suele tener un huerto donde practican agricultura de subsistencia y un pequeño corral, sobre todo con aves que les proporcionan huevos, aunque a veces tiene cerdos, caballos u otros animales. Hoy en día la economía Bribri se concentra alrededor del cultivo del banano y el cacao, así como en el comercio.
Las identidades indígenas siempre han estado relacionadas con la preservación de los ecosistemas, por el modo de vida respetuoso hacia ellos. El desarrollo cultural y económico de estos pueblos es la mejor garantía para el medio ambiente y la mejor garantía para su propia existencia. Sin embargo, el retroceso en el uso de la lengua entre los jóvenes y el acercamiento a centros públicos de salud, comercio y educación está cambiando rápidamente las costumbres ancestrales que se habían conservado con el aislamiento de las montañas y la selva, poniendo en peligro su continuidad y consecuentemente la conservación de los ecosistemas, la lengua, las costumbres y los conocimientos de los más mayores.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario