CERROS DE ESCAZÚ (Ecosistemas de Costa Rica). Todo lo que necesita saber sobre ecosistemas, biodiversidad, zonas protegidas y especies de Costa Rica.
La zona protectora de los cerros de Escazú
fue creada el 23 de
junio de 1976 por el Decreto Ejecutivo No 6112-A. Actualmente cuenta con 7.060 hectáreas. El objetivo era de orientar el aprovechamiento
de sus recursos naturales e intentar preservar las
áreas de bosque del límite sur del valle Central,
en función de mantener el ambiente y los paisajes.
Los Cerros de Escazú son una cadena montañosa situada en los cantones de Escazú, Mora y Aserrí, en el centro de Costa Rica, y en el suroeste de San José. Limita con el Valle Central hacia el norte, y junto con el macizo del Cedral, forman la Fila de la Candelaria, que se considera la más septentrional de la Cordillera de Talamanca. La cima más alta es el Cerro Rabo de Mico seguida del Cerro Cedral, el Cerro Pico Alto, el Pico Blanco y el de San Miguel.
Los Cerros de Escazú constituyen un geosistema; es decir, una unidad de paisaje con características particulares y estrechamente entrelazadas, dada la fragilidad de sus ecosistemas, el grado de ocupación humana, y los procesos físicos y culturales que los han conformado.
La precipitación anual oscila entre 2.000 y 3.000 mm, su temperatura varía de 18 a 24 °C
aproximadamente. Se encuentra a una altitud entre los 1.000 a 2.000 msnm.
Está originada por formas de acción intrusiva y formas de remoción en masa. La zona de
origen intrusiva es la predominante y se origina del macizo de Escazú. Se caracteriza por
presentar laderas de fuerte pendiente, con divisorias de agua redondeadas pero escarpadas.
Dentro de las formas originadas por remoción en masa se producen deslizamientos del Alto
Tapezco, localizado en la cabecera del río Uruca. Este se encuentra activo y está formado por
rocas muy meteorizadas y húmedas.
Los suelos son poco profundos y poco desarrollados, con baja saturación de bases,
susceptibles a la erosión y de poca fertilidad.
En está área protegida nacen varias tributarios importantes de los ríos Parrita y Grande de
Tárcoles, los cuales aportan el agua potable a las principales ciudades del sur de San José
como Escazú, Santa Ana, Aserrí, Mora y Puriscal; además el riego de pequeñas fincas.
La zona protectora alberga algunos fragmentos de bosques de roble. A los 1.800 y 1.900 msnm
se observan robledales montano bajo mixtos, lo que prdicen cierta intervención humana. Son
codominados por taxones leñosos como Ulmus mexicana (tirrá), Ardisia, Chusquea (bambú),
Clusia (copey), Croton, Quercus seemannii, Eugenia, Fucsia, Leandra, Lipia, Macleania,
Miconia, Monnina, Monoocheatum, myrica, Myrcianthes sp., Oreopanax, Palicourea, Panopsis
suaveolens, Suaveolens, Pasiflora spp., Podocarpus (cipresillo), Roupala, Sapium, Saurania,
Smilax solanum, Styrax argenteus y S. symplocos. Se dan en asociación con helechos y
hierbas como Adiantum, Orthrosanthus, Peperomia asplenium, Panicum, Polypodium y
Pteridium.
Las especies maderables más comunes son: roble de sabana, arrayan, jaúl, níspero e iras.
La fauna es bastante escasa con respecto a otras zonas, encontrándose martinillas, comadrejas, conejos, pizotes, palomas
moradas, jilgueros, coyotes, ardillas y colibríes.
Es un destino popular para los ciclistas de montaña y senderistas, aunque no hay senderos marcados claramente debido a las condiciones de sus vías. Los vehículos de doble tracción son los indicados para recorrer la zona, e incluso en algunos lugares sólo se puede transitar a caballo.
Quitirrisí, dentro de los Cerros de Escazú, es la reserva indígena que se encuentra más cercana a la capital.
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